OKABE
La necrópolis más grande del País Vasco está en Okabe, montaña misteriosa en el corazón del bosque de Irati, uno de los más grandes hayedos de Europa. Los crómlechs o círculos de piedras son las huellas de una presencia humana que vivía en la zona hace más de 2000 años. En esa época estaba muy extendido el rito de incineración y los pastores, que practicaban la trashumancia, rendían homenaje a sus difuntos construyéndoles sepulturas, como ésta de Okabe, con una treintena de crómlechs situada a 1400 m de altitud.
CHAPELLE SAINT-SAUVER D’IRATY (Mendive)
Saint-Sauver d’Iraty, en Mendive, es una capilla del siglo XII-XIII, dependiente de la encomienda de la orden de San Juan de Jerusalén, conocida también como Orden de los Hermanos Hospitalarios, que visitaban los peregrinos del Camino de Santiago en la Edad Media. Construida en caliza y arenisca y con tejado de pizarra, fue reconstruida en 1727. En la fachada hay una placa conmemorativa de la red de paso clandestina durante la Segunda Guerra Mundial impulsada por Charles Schepens, quien, con la ayuda de un pastor vasco, permitió el paso de grupos clandestinos hacia España a través de la Selva de Irati.
Lugar de leyendas y misterios, destacan dos: la leyenda de Xaindia, que cuenta que fue trasnportada por espíritus demoniacos por encima de la capilla y, cuando rezó, los espíritus la depositaron en el suelo. La otra leyenda tiene como protagonista a Basajaun, el hombre salvaje protector de la montaña, y a un candelero que hay en la capilla. Dicen que un pastor le robó y cuando Basajaun le persiguió, el pastor se refugió en la capilla. Basajaun no podía entrar, pero el candelabro se quedó allí y es imposible moverlo.
CUEVA DE HARPEA
La Cueva de Harpea, entre los valles de Aezkoa y Cize-Garazi, es una singular formación geológica escondida entre verdes laderas cuyos plegamientos nos permiten contemplar parte de su historia. Envuelta en leyendas y utilizada desde tiempos inmemoriales para guardar el ganado, se puede visitar en un sencillo paseo.
IROPILE
El término de Iropil (Irati) es, desde hace algunos años, el punto de reunión de los valles de Aezkoa y Cize para renovar el tratado de pastos alcanzado entre ambos territorios en 1556. Cada tercer sábado de julio, junto al crómlech de Iropil (que contiene 30 mojones que simbolizna los 9 pueblos de Aezkoa y los 21 de Cize), los valles de Aezkoa y Cize firman el denominado Convenio de Compascuidad que regula la facería internacional de pastos existente entre ambos valles y sus límites a partir del Tratado Internacional de Límites de 1856.