IRATI
Irati es una tierra de raíces ancestrales, de naturaleza en estado puro y de leyendas que se esconden en sus ríos y bosques: un conjunto de pueblos que ha sabido preservar su esencia sin menospreciar las culturas y costumbres de otras civilizaciones. Su lengua –el euskera–, sus tradiciones, sus manifestaciones deportivas, sus fiestas y su gastronomía hacen de este lugar un rincón mágico para descubrir con sosiego. Una puerta de entrada a la identidad vasca que impregna Irati y sus valles.
Sobre sus cimas, pastos y laderas se asientan intactas estaciones megalíticas milenarias que escriben la historia de un pueblo unido a la montaña.
El pastoreo, presente en el día a día de sus habitantes, y el bosque, como fuente de recursos madereros y de parajes idílicos, han marcado el carácter de sus gentes. Pero también lo han hecho los peregrinos de Santiago que han sembrado de arte y cultura muchos de sus caminos.
En Irati el sentido comunal está muy arraigado. Las Juntas de los Valles y los Sindicatos son los órganos administrativos encargados de gestionar los pastos comunales que pertenecen a los vecinos. Una tierra siempre dispuesta a compartir, siguiendo la herencia de sus antepasados, que nos invita a destapar sus encantos y a vivir nuestra propia experiencia.