Un viaje al corazón del bosque
Enclavado en pleno corazón del Pirineo navarro, el valle de Salazar está formado por quince municipios rodeados de un privilegiado entorno natural que alberga joyas de gran riqueza medioambiental. Su biodiversidad, que abarca desde las cumbres del Ori o el Abodi a los frondosos bosques de hayas de la Selva del Irati, lo convierte en el refugio ideal para especies animales y vegetales de gran interés ecológico. Es el caso del Pico dorsiblanco, del desmán del Pirineo, de la rana pirenaica; o de flora tan delicada como el narciso de los poetas, la campanilla de invierno, la estrella negra o la urciona.
Uno de los grandes atractivos de este patrimonio natural es su gran
variedad de paisajes y senderos balizados, como los que parten de las Casas del Irati y se dirigen al embalse de Irabia, la Cascada del Cubo o el sendero Errekaidorra.
Cualquier época del año es buena para realizar travesías a pie, rutas en bicicleta de montaña, ascenso a los montes y cumbres más emblemáticas o practicar deportes de invierno en los circuitos de Abodi-Irati.
También merece una visita Erremendia, enclave natural situado entre los valles de Aezkoa, Salazar y Urraul que cuenta con dos senderos balizados muy recomendables para practicar senderismo.